jueves, 25 de agosto de 2011

¿Habrá algo más dado que el cuerpo como vehículo significante? Sus medidas, disposiciones, texturas y brillos son una presencia inmediata en el encuentro ante el otro, y bajo su escrutinio, el cuerpo en su superficie el mejor de los espejos en donde pueda éste proyectar sus insospechados deseos y temblores.

"El cuerpo es lo que tenemos para presentificarnos ante los demás" decía Lacan. El cuerpo es lo que nos sostiene en un juego de desconocimiento y fascinación no sólo con el resto, sino con nuestra propia historia personal, imposible, devenida y enigmática como tal. 

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