martes, 19 de julio de 2011

TaDasana / DaTasana

Simple pero potente inversión de los términos. Transformar Tadasana en Datasana implica comprender de qué se trata la búsqueda en el trabajo corporal de las asanas. Apunta precisamente al corazón del estado de equilibrio al que aspiramos luego de haber realizado los movimientos y acciones pertinentes a cada postura. Pertinentes quiere aquí decir correctos. Pero ojo, que no se trata de un moralismo superficial, sino de un equilibrio que cada sujeto deberá buscar según su propia estructura -subjetiva y corporal. Un equilibrio que siempre está arrojado al borde del riesgo, de la caída, simbólica y a la vez concreta en lo material.

Podríamos ir, una por una, revisando en cada asana los puntos, los vectores, las líneas energéticas que en su operar conjunto permiten la estabilidad de los pares, de los opuestos, de lo múltiple, vibrante e inestable presente en el cuerpo y el pensamiento.

Tadasana y datasana tratan sobre el equilibrio entre dos puntos: uno que estabiliza y ancla, otro que moviliza, se arriesga y avanza. Dos caras: la fuerte que arremete y cuyo freno es llamado a ser puesto por la otra que trae la templanza, el descanso. Enfrentamiento inestable y móvil entre fuerzas físicas, energías corporales, actitudes y pensamientos. Dialéctica de encuentro y desencuentro, de reconocimiento y desconocimiento, de ego y humildad.

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